El adiós de Pedro Martínez

Llegó en el momento más crítico de la historia del Mann Filter, con siete derrotas en siete partidos. Con tan sólo cinco triunfos en 20 partidos en 2006, incluyendo los de Copa, donde fue semifinalista. Cuando una plantilla confeccionada para estar en playoff fracasaba. Pero Pedro Martínez (Gijón, Asturias, 1956) cumplió. Salvó al equipo del descenso, devolviéndole la confianza no encontrada a las jugadoras y rozando la última plaza para las eliminatorias por el título. La reacción, 10 victorias -6 consecutivas- en 19 partidos.

Y ahora se va. Decepcionado por no saber cómo gestionar un grupo que empezó la temporada con brillantez (6-3) y que tuvo opciones de clasificarse para la Copa de la Reina. Un balance muy bueno para un equipo, que como el propio Pedro Martínez nos reconocía tras el partido ante el UB Barça, "necesita tirar entre 60 y 65 veces para ganar un partido. No tenemos estrellas". Y señalaba, discretamente, a sus jugadoras. "Muchas no están acostumbradas a sufrir, a jugar los instantes decisivos, ya que eran suplentes en sus equipos", se sinceraba.

Sin la 'chispa' necesaria

Pero entonces Pedro Martínez estaba satisfecho con su trabajo y con el de sus pupilas. Ahora no. "Porque las jugadoras no han venido con la chispa necesaria tras el parón navideño y no he sabido cambiar la dinámica en la que nos hemos metido", aseguró el pasado martes, cuando explicó por qué presentaba su dimisión. La trayectoria del Mann Filter, desde su victoria ante el Ensino el pasado 18 de noviembre, es desoladora: una victoria en ocho partidos.

Siete derrotas, especialmente dolorosa la de Burgos, que se intuyó desde el segundo cuarto. Y que consumó en el tercero con un parcial de 28-6. No vi el partido, pero leí las crónicas y examiné las estadísticas. Y un encuentro en el que el ganador suma 142 puntos de valoración por 6 del perdedor, coge 45 rebotes por 29 no tiene mucha historia.

Recuperar la confianza

El nuevo entrenador, Joan Albert Cuadrat, el segundo de Martínez, debe actuar hacer recuperar la confianza a jugadoras como Vero Compañ, que podría aportar mucho más si no le tuviera tanto respeto al fallo y se ofreciera más. Pase lo que pase. Como Paula Palomares, a la que no le falta autoestima, pero que sigue intentándolo demasiado aunque no tenga su día, y, sus fallos, dan más facilidades al rival. Con Marta Dydek lo veo más complicado. No me gusta nada, es tan alta como torpe y falla canastas demasiado fáciles. Tiene que mejorar mucho. Menos mal que Zana Lelas y Cindy Lima ya están entrenando de nuevo con el equipo.

"Al final de la temporada me vais a dar la razón", sentenció Pedro Martínez en la rueda de prensa. No sé si el Mann Filter mejorará con Cuadrat, pero la decisión de su ex técnico parece sincera y valiente. No se va con el equipo hundido en plazas de descenso, sino con dos triunfos de margen. Uno menos que un histórico como el UB Barça.