La casta rozó la recompensa ante el dinero

www.roscasares.es/basket

Me esperaba más. Mucho más. Creía que esa reunión de cracks se pasearía por el Palau Blaugrana. Que el Ros se aprovecharía del desconcierto del UB Barça, sin su máxima estrella, Marta Fernández lesionada, y sin timones sólidos. Que repetiría la exhibición de la primera vuelta. Pero no fue así.

El conjunto de Sílvia Font demostró que tiene carácter, casta, que puede sobrevivir sin su líder. Como en la Copa de la Reina ante Hondarribia. Entonces rozó la sorpresa, pero desperdició doce puntos de ventaja. Entonces también el UB Barça sobrevivió sin Kelly Schumacher, que también falló canastas fáciles. Como ayer. Está desconocida.

Milton, Tornikidou, Dydek, De Souza, Palau… Grandes nombres se congregaron ayer en Barcelona, pero no demostraron su valía. No pudieron arrollar a un equipo joven que lleva cuatro jornadas seguidas perdiendo y que casi siempre cede en los partidos ajustados. Tuvo que ser Elisa Aguilar, la eterna capitana del Ros, la que cerrara el partido con un triple a un minuto del final.

El talonario

“Es lamentable que lo celebren tanto. Tienen que ganar siempre, con todo lo que se han gastado...”, repetía un aficionado, que tampoco simpatiza con el Akasvayu. Pero ayer el poder económico no se notó, el conjunto del talonario, el teórico mejor equipo de la historia de la Liga Femenina, no cumplió. Sólo se justificó en el primer cuarto, cuando forzó nueve pérdidas de su rival. Cuando demostró su supuesta superioridad. Sólo Sandra Pirsic, con seis puntos, ponía oposición.

En cuanto el UB Barça recuperó la autoestima, presionó y Kendra Wecker apareció, el Ros se descompuso. Lo justo, porque los árbitros fueron permisivos. Generosos. Aguilar falló un triple, pero sacó una falta, cuanto menos dudosa. Milton empleaba sus codos para luchar con Schumacher y Tamane, que acabaría en el banquillo con una bolsa en el cara. Nada, silencio de los colegiados. Pitos del público.

“Por supuesto que podemos ganar al Ros”, sentenciaba Sílvia Font hace 15 días, tras la derrota en casa ante el Puig d’en Valls. “Hoy éramos favoritas, y mira lo que nos ha pasado”, explicó. Y no se equivocó. Porque su equipo estuvo cerca de lograr la gran sorpresa de la jornada. Sin Marta Fernández. Sin Kelly Schumacher, que sólo sumó en los últimos 13 minutos. Y con unas bases nerviosas. Y aún así pudo ganar al Ros. La casta rozó la recompensa ante el dinero.