12 febrero 2007

Wyckoff, el trabajo anónimo

Foto: www.wnba.com

Brooke Wyckoff
(Lake Forest, Illinois,
EE UU, 1980) llegó, a principios de año, al Gran Canaria, un equipo inmerso en desconfianzas, cerca de la zona de descenso. Con un balance de cinco victorias y nueve derrotas. Sin la jugadora más anotadora de la Liga Femenina, Kaayla Chones, que acababa de marcharse a Francia.

La apuesta del conjunto isleño fue esta pívot norteamericana, que en diciembre de 2005 había brillado en el Acis Incosa León, de donde se fue llorando, casi hundida. No pudo prolongar su mes de contrato porque su equipo en la WNBA, Chicago Sky, la escogió para que fuese la responsable de la campaña de imagen y márketing de la franquicia. Tuvo que abandonar España, de la que ya tenía buenos recuerdos de su periplo por Oviedo, Tenerife, Lugo y Zaragoza.


Acierto total. Su fichaje, y el de Megan Moddy, han reactivado al conjunto de Maikel López. Cinco jornadas después, el equipo ocupa la última plaza de playoff. Ha logrado cuatro victorias, tres ante grandes favoritos como Hondarribia Irún, Perfumerías Avenida y UB Barça.

Jugadora cumplidora

Wyckoff no es espectacular. No basa su juego en fintas prodigiosas ni en tiros imposibles. Simplemente, cumple en todas las facetas. Y eso no es fácil. Ayuda mucho más que Chones, que pese a anotar 19 puntos por partido, no conseguía que su éxito se transformara al del colectivo.

En Barcelona, el sábado -horario intempestivo, 21.30 horas-, Wyckoff no fue la mejor. No destacó más que Kelly Schumacher (16 puntos y otros tantos rebotes), pero fue clave. Anotó, sola, los dos primeros triples que intentó, capturó 10 rebotes (ocho defensivos) y repartió tres asistencias.

La más en forma

Unos números que la confirman como la jugadora más en forma de la competición. 13 puntos, 12 rebotes, 2 asistencias y 19'4 puntos de valoración por encuentro. Estadísticas por encima de cracks más o menos mediáticas y jugadoras más o menos sobrevaloradas.

Pero Brooke Wyckoff está acostumbrada al anonimato. Al reconocimiento con cuentagotas. Ya tuvo su momento de gloria: un triple, en el último suspiro, del segundo partido de la final de la WNBA de 2005. Con ese lanzamiento su equipo forzó la prórroga, en la que su equipo, Connecticut Sun, se impuso. La eliminatoria quedó empatada a uno. Pero acabó resolviéndose a favor de Sacramento Monarchs por 3-1. Y se quedó sin sueño, sin ese deseo que empezó a trabajar cuando fue escogida en el draft de 2001 por Orlando Miracle.


1 Comments:

At 02 marzo, 2007 12:58, Blogger practicasinformadorjuvenil said...

una buena profesional en el mes que estuvo en leon, lastima que no la dejaron continuar

 

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