Campeonas de fe
¿Cuál es el límite de la ambición? ¿Es inmutable la fe? Basta con ver cualquier partido de la selección española para saber la respuesta. Basta con revisar la final del Eurobasket de Chieti ante Rusia. Ante un rival superior con más estrellas, más centímetros y 20 puntos por abajo (24-44 al descanso, 68-74 al final) cualquier equipo se había descompuesto. El grupo de Evaristo Pérez no. Las proezas le estimulan. El carácter y la brega le definen.
Todas se conjuraron en el banquillo. No podían seguir así. Hasta entonces habían jugado como más le convenía a Rusia, en estático, lanzando en la zona 20 tiros de dos, casi todos forzados, y anotando tan sólo cuatro. No había espacios: era prácticamente imposible ver la canasta entre tantos brazos, largos y delgados, juntos. Los cuatro triples convertidos (dos de Valdemoro, autora de 11 puntos en este período) eran su mejor argumento. El único sustento para un equipo sin suerte.
Si Rusia había logrado 21 y 23 puntos en los dos primeros períodos, España la secó en el tercero. La dejó en nueve gracias a una efectiva defensa zonal 2-3 y con una presión excelente a cada jugadora. Hasta tres pasos, hasta tres pérdidas seguidas forzó la selección. Arthesina, Korstin y Shchegoleva fallaron el ataque. Empezaba a funcionar el grupo de Evaristo Pérez, que jugaba a la contra, se anticipaba pese a su déficit de centímetros. Era superior en el rebote.
Palau, líder
Empezó la reacción Laia Palau, jugadora eléctrica, excelente en el uno contra uno. Una líder en la sombra. Lo demostró una vez más. Con un tiro en suspensión, su especialidad, y un triple, la escolta del Ros Casares dejó la diferencia en tan sólo 12 puntos (37-49, minuto 26). Rusia sólo se sostenía con los puntos de la pívot Irina Osipova, la única que aprovechaba los esporádicos errores defensivos de la selección. Anotó seis de los nueve puntos de su equipo en el tercer período. Anna Montañana y Valdemoro fueron un complemento ideal de Palau, que en la línea de personal puso la desventaja en tan sólo ocho puntos (45-52, minuto 30).
Suspiraba Stepanova, se desgañitaba Arteshima, el gran peligro de Rusia en la primera mitad (11 puntos con un 5 de 5 en tiros de dos) y que no volvió a anotar. Se desesperaba Ilona Korstin, que ya no aprovechaba los balones en la zona. El equipazo de Igor Grudin era un equipo menor. Estaba complemente anulado por una selección española genial.
Duelo anotador entre Valdemoro y Korstin
Siguió Palau en el último cuarto: provocó la cuarta de Arthesina, los pasos de Stepanova y penetró (47-53). Pero Korstin rescató a su equipo: sabe moverse como nadie bajo canasta y no suele fallar sus penetraciones (49-59, minuto 34). Su compañera en el Samara, Amaya Valdemoro, icono de la selección, es todo casta. No se esconde nunca. Y retó a su amiga. Fue un gran duelo de anotadoras.
Un triple de Valdemoro, a dos minutos y medio del final, dejaba el marcador en 56-65. Una contra culminada por Montañana en 58-65. Grudin pidió tiempo muerto. La final se le estaba escapando de las manos.
Mínimos detalles
El título acabó decidiéndose por mínimos detalles. Si una posible jugada de dos más uno de Cindy Lima -inconmensurable de nuevo ante rivales mucho más altas- no entró, Rakhmatulina aprovechó un inocente error de España para poner el 60-69, a falta de un minuto y 10 segundos.
¿Todo estaba perdido? Ni mucho menos. Se encargó de ello la mejor jugadora española de siempre. Valdemoro anotó una bandeja y un triple en segunda opción a 50 segundos. 65-69 y la proeza, la gran remontada, era factible. Más si cabe tras cometer pasos Abrosimova: 31 segundos.
Como Pau
El deporte, muchas veces, es caprichoso con los mejores. Lo fue con Pau Gasol en la final del pasado Eurobasket. Volvió a serlo con Valdemoro en Chieti. La alero de Samara recibió el pase de Aguilar, penetró, armó el brazo: la pelota se paseó por el aro y no entró. La jugada acabó con una canasta fácil de Shchegoleva (65-71).
Queban 14 segundos: Valdemoro no tuvo más remedio que parar con falta a Korstin tras perder la pelota Aguilar. La escolta rusa falló el primero y anotó el segundo (65-75) y seis segundos. Pero Palau aún tuvo la frialdad para sumar un dos más uno a poco más de dos segundos (68-72). Sólo entonces España asumió que había perdido. Lloraba Valdemoro, estrella del partido con 26 puntos y MVP del torneo, mientras Shchegoleva anotaba las dos últimas canastas (68-74). Resoplaba Stepanova, la mejor jugadora europea. Había costado la victoria.
No encontró su consuelo Valdemoro. Ni por formar parte del quinteto inicial del Eurobasket (junto con la propia Stepanova, Marchanka, Jekabsone y Arteshina). Apenas sonrió cuando recibió el galardón que le premiaba como mejor jugadora del torneo. Como la referente de las campeonas de fe.
España 68 (13+11+21+23): Pascua (2), Palau (18), Aguilar (3), Montañana (11), Valdemoro (26) –cinco inicial- Camps (0), Sánchez (0), Martínez (0), Zurro (5) y Lima (3).
Rusia 74 (23+21+9+21): Arteshina (11), Rakhmatulina (4), Korstin (18), Stepanova (8), Osipova (12) – cinco inicial- Vodopyanova (0), Demagina (2), Shchegoleva (14) y Abrosimova (5).
Árbitros: Koromilas, Cerebuch y Tatic.