22 marzo 2006

Ya tiro yo


Reconozco qu
e siempre he tenido especial predilección por aquellos deportistas que aprovechan al máximo los pocos minutos que les da el entrenador, como Juan Antonio Pizzi en el Barça u Óscar De Paula en la Real. Tragarse nervios e intentar demostrar tus conocimientos, tu experiencia en tan pocos minutos debe ser cruel. Muy cruel. Es como si en una entrevista de trabajo unos pudieran hablar con el "juez" durante 30 minutos y otros, durante tres.

Destacar cuando el partido suspira es complicado. Como acumular aplausos cuando el entrenador te saca cinco minutos, te sienta, y te vuelve a sacar tres más. Debes tener una gran personalidad para olvidarte de tu situación y tomarte cada partido como una oportunidad para sonreír, para poder hacer aquello que tanto te gusta más tiempo.

También admiro a aquéllos que, en un partido de uñas mordidas, no tienen miedo de lanzar cuando los números rojos del marcador se reducen y se vuelven locos. Esos que miran al aro y lanzan. Recupero unas declaraciones del jugador del Real Madrid de baloncesto Louis Bullock (Gigantes del básket, nº 1.016): "Michael Jordan decía que él había metido muchos tiros decisivos, pero que también había fallado muchos. Boza (Maljkovic) confía en mí porque sabe que tengo las narices para jugarme el último tiro una y otra vez, porque muchos jugadores habrían perdido ya la confianza en sí mismos".

Confianza, seguridad y... El sábado pasado entrevisté a la escolta del Puig d'En Valls de Ibiza Silvia Morales y se lo pregunté: ¿Qué características debe tener una jugadora a la que no le importe tener la última palabra en el palabra? "Tener mucha fuerza y genio". Imaginemos que tenemos esas virtudes. ¿Cómo reaccionaremos si ese último intento no llega a tablero? ¿Si se pasea por el aro y huye? "Me sentiré mal, pero así es la suerte. Eso sí, siempre pienso que voy a meterla, siempre intento pensar en el desenlace positivo", sentenció.

Ahora me vienen a la memoria varias imágenes: aquel triple de Laia Palau que forzó la prórroga ante la República Checa en los JJ. OO. de Atenas, los últimos tiros libres de la jugadora del Bourges francés y de Isa Sánchez en la Fonteta -en el quinto partido de la final ante el Ros Casares que le dió al UB Barça su primera Liga al conjunto catalán-, el triplazo (que no valió) de Amaya Valdemoro ante Rusia en el Europeo de Turquía del año pasado... La imagen más reciente que recuerdo es la de la pívot del Cadí La Seu Irene Herradas: recibe en la pintura, lanza y acumula abrazos. Al fondo, Eva Montesdeoca, la '5' del CajaCanarias no respira. Ha sacado mal de fondo, su compañera no ha recibido la pelota y todo ha acabado mal.

Prefiero recordar los aciertos y no reprochar los fallos. Las cosas se deben analizar por el contexto y la presión de las décimas no es el mejor. Aquel que pronuncie ese 'ya tiro yo' se merece un respeto. Pase lo que pase.